miércoles, 16 de marzo de 2011

De Bletchley Park a la actualidad

 
Uno de los acontecimientos históricos que marcan la formación de la actual sociedad tecnológica se produjo en una localidad inglesa, al sudoeste de Londres, llamada Bletchley, donde en 1944 se encontraba la Escuela Gubernamental de Códigos y Cifras del Reino Unido.  En plena II Guerra Mundial, la referida Escuela fue convertida en instalación militar donde se llevó a cabo el denominado “Proyecto Colossus”. El objetivo de este proyecto era descifrar los mensajes militares alemanes, codificados con la máquina Enigma. La característica principal de esta máquina consistía en poder codificar los mensajes alemanes, siendo descodificados por el receptor de los mismos. Asimismo, el periódico cambio de los códigos hacía que los aliados no lograsen descifrar los mensajes. Un ejemplo de ello es la ineficacia de la máquina “Bomba”, construida por Polonia.
Así pues, la finalidad del proyecto desarrollado en Bletchley Park era descifrar los mensajes de la máquina “Enigma” mediante sistemas lógicos y tecnología. Esto es, a través de los conocimientos científicos. Para ello, la figura de A. Turing, que ya en 1936 había concebido la lógica de la máquina universal, fue imprescindible. Bajo las presiones del Gobierno Británico, así como una gran inversión por su parte, se logró desarrollar el proyecto “Colossus”, nombre que hace referencia a la máquina que descifraría los mensajes alemanes, imprescindible para el éxito del Desembarco de Normandía en junio de 1944. 

La construcción de “Colossus”, compuesto por lámparas de vacío, es un paso de gigante en la Historia de la Computación. Entre tanto, en 1941 K. Zuse construyó “Z3”, una máquina de cálculos alemana, utilizada para facilitar los cálculos necesarios para el desarrollo de los cohetes V2, proyecto dirigido por von Braun. Asimismo, en 1946 se construyó en Estados Unidos “ENIAC” (Electronic Numerical Integrator and Calculator), que facilitaba los cálculos para el desarrollo del armamento atómico. Por tanto, se podría decir que el desarrollo de la computación es un camino paralelo al desarrollo de otras tecnologías como la cohetería y la energía atómica. No obstante, a diferencia de lo que ocurrirá posteriormente, estas computadoras se limitaban a realizar complejos cálculos de forma muy rápida. Pese a que los cálculos de “Colossus” eran utilizados con fines informativos, no será hasta los años 50 cuando los ordenadores realicen cálculos e informen al mismo tiempo.
La II Guerra Mundial dio paso a la consecución de dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS, que se hallaban en posesión de armas con una capacidad de destrucción indiscriminada. La confrontación de intereses y la constante tensión entre ambos Estados y sus respectivos bloques dará lugar al inicio de la Guerra Fría. Se puede decir que la Guerra Fría es una guerra tecnológica, basada en un equilibrio de poder entre ambas superpotencias. Equilibrio de poder que es equilibrio de terror por cuanto se construye a partir de un descomunal desarrollo tecnológico con fines militares.
En este sentido, Estados Unidos investiga en la creación de computadores de menor tamaño y mayor potencia, a fin de crear un sistema guiado de cohetes cargados con bombas nucleares. En lenguaje coloquial, los científicos e ingenieros estadounidenses trataban de aunar potencia y tamaño, con el objetivo de construir cohetes “teledirigidos” (en contraste con las bombas atómicas caídas sobre Hiroshima y Nagasaki, que habían sido lanzadas por aviones pilotados).
Este rapidísimo desarrollo tecnológico suscitó dos debates de carácter social y ético en torno al uso de la informática. El primer debate se produjo entre los científicos von Neumann, defensor de la informática aplicada exclusivamente a fines militares; y N. Wiener, que apoyaba el derrame de la informática en la sociedad. Ante este debate, se impuso la postura de von Neumann, de tal manera que la informática continuó limitada al ámbito militar. El segundo conflicto se produjo entre el propio von Neumann y Presper Eckert y J. Mauchly. Estos, a partir de los conocimientos adquiridos en el desarrollo de ENIAC, crearon en 1951 el ordenador UNIVAC, con fines comerciales. En este sentido, UNIVAC I fue utilizado para calcular el censo de Estados Unidos, así como los resultados electorales de las elecciones de 1952, ganadas por Eisenhower.
Como ya se adelantó previamente, no es hasta los años 50 cuando se desarrollan ordenadores capaces de informar y calcular al mismo tiempo. El temor estadounidense a un ataque por parte de la URSS dio lugar a que el Gobierno de Estados Unidos encargar la construcción de la red SAGE (Semi-Automatic Ground Environment). Al igual que en el caso del Proyecto Manhattan, este proyecto se desarrollará de forma conjunta por una institución pública, el MIT (Massachussets Institute of Technology) y una empresa, que será IBM. El resultado de este proyecto fue la creación de una red de centros con ordenadores que gestionaban la información proporcionada por aproximadamente un centenar de radares. Así pues, el poder político y el poder económico de un Estado se dirigían hacia los mismos objetivos. SAGE tuvo consecuencias civiles, pues de él derivaba el sistema de expedición de billetes de avión de la compañía American Airlines.

No será hasta los años 70 cuando la tecnología informática inicie su derrame en la sociedad. El impulso de esta revolución vendrá dado por los fundadores de la compañía Apple, Steve Jobs y Steve Wozniac. Sus conocimientos electrónicos, junto con ideas respecto de la extensión de la informática a la ciudadanía, no limitándose al Estado y las grandes empresas, permitieron el desarrollo de Apple I en 1975. Este es un paso de gigante que permitirá la consecución de otros proyectos como el desarrollo del mouse (que será incorporado en el modelo Macintosh) o el primer lenguaje de programación, fruto del trabajo de Paul Allen y Bill Gates. 

En la actualidad, la incorporación de la tecnología informática en nuestra vida diaria es tal, que la hemos asumido sin plantearnos cuáles son sus orígenes o qué acontecimientos permitieron su acercamiento a la ciudadanía.  Además, la informática ya no es una herramienta limitada al cálculo o la obtención de información. Es una forma de vida, ya que a través del interfaz nos introducimos en un espacio digital en el que desarrollamos experiencias virtuales de todo tipo. La tecnología se ha introducido de tal modo en nuestras vidas que un pequeño colapso podría paralizar el mundo en que vivimos.  

Para finalizar esta entrada, cuelgo un fragmento de un capítulo de la serie "The Simpsons" sobre el famoso "Efecto 2000", que finalmente no tuvo consecuencias.






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