viernes, 6 de mayo de 2011

El registro sonoro desde nuestros padres a la actualidad

La sociedad que se está formando se caracteriza por estar en un constante proceso de innovación. Nos parecemos más a nuestro tiempo que a nuestros progenitores, pues los cambios acontecidos en apenas cuarenta años dan lugar a que, en una sola generación, la diferencia sea enorme. Ya no sólo son cambios de carácter político, que en España han tenido una gran trascendencia, sino también de carácter tecnológico y, en consecuencia, de carácter social. A mi juicio, el cambio social será especialmente perceptible en el momento en que las generaciones estén inmersas, desde su nacimiento, en las alteraciones que se están produciendo (las constantes innovaciones, el vivir con la tecnología sin ser conscientes de la presencia de ésta, etc.), pues los modos de relacionarse con el ecosistema varían a la par que la tecnología aporta innovaciones. Un ejemplo de ello puede ser el teléfono móvil, a través del cual estamos en contacto de forma casi permanente con nuestro entorno. 
Quiero incidir en una de las aserciones iniciales "nos parecemos más a nuestro tiempo que a nuestros progenitores", a través  de la música, desde los tocadiscos hasta los actuales Ipod. Desde las grabaciones analógicas a las grabaciones digitales.


Cuando nuestros padres, en los años setenta, escuchaban música, lo hacían a través de tocadiscos como los de la foto. Colocaban un disco de vinilo sobre el plato y, con sumo cuidado, situaban la aguja sobre el surco del disco. Los discos de vinilo tenían surcos en forma de espiral, perceptibles si se observaba atentamente, y sus grabaciones eran de una duración relativamente corta.




En 1979 se crea el Compact Disc, comúnmente conocido como CD. Éste es un formato digital, mucho más reducido en tamaño que los discos de vinilo, y con mayor capacidad de almacenamiento. Asimismo, tiene una mayor vida útil que los discos de vinilo, por cuanto los surcos de grabación son imperceptibles, con la salvedad de una mancha en el reverso del mismo cuando se observa al trasluz.

En 1995, comienza a comercializarse el formato digital .mp3 y posteriormente los reproductores .mp3, como el de la imagen. En comparación con un discman, la miniaturización es considerable. Pero además, la capacidad de almacenamiento y la calidad de sonido es mayor. Por tanto, no sólo se observa una miniaturización, sino un aumento de las prestaciones.
Este aumento de las prestaciones se observa actualmente en los Ipod, que pueden llegar a almacenar 160GB de música, pero que también funcionan como discos duros, o pueden reproducir vídeos.
En apenas cuarenta años, observamos el progreso de la tecnología: de unos grandes tocadiscos a un pequeños Ipod; de un disco de vinilo que podía grabar unas pocas canciones por cada cara a un dispositivo que almacena hasta 40.000 canciones.

Con este ejemplo tan cotidiano, a mi juicio, se puede observar una de las características de la tecnología en esta sociedad: su miniaturización y aumento de prestaciones. Nada tienen que ver los tocadiscos con los que nuestros padres escuchaban música, a los Ipod que cada día utilizamos.

1 comentario:

  1. No solo nosotros nos parecemos más a la sociedad que a nuestros progenitores, la tecnología ha hecho que incluso nuestros progenitores estén obligados a parecerse a la sociedad. El avance tecnológico les ha hecho desprenderse de su "registro sonoro" para adaptarse al nuestro.

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